En la época de 1910 vivía un joven de 15 años el cual era un fanático de las fragancias de Chanel, con cada nueva línea de perfume él quería conseguirla primero, pero, con el tiempo se dio cuenta de que todas las fragancias eran demasiado similares lo cual con el tiempo lo harto, ya que al desarrollar un gusto por los perfumes fue donde le surgió la idea de crear su propia marca de perfume. Él mantuvo esa idea durante un tiempo, ya que sabía que el crear una nueva marca de perfumería sería un completo reto. Cuando el se decidió a experimentar mezclando distintos tipos de perfumes, pero, no llenaba sus expectativas así que decidió buscar a un grupo de amigos para contarles su gran idea de negocio. Al principio a sus amigos no les convencía mucho la idea, ya que era de su conocimiento que sería muy complicado y difícil de lograr, pero finalmente aceptaron la idea ya que no tenían nada que perder. Así fue como comenzaron a trabajar utilizando varias técnicas y materiales como el romero y la canela, pero ninguno logró cautivarnos, gracias a ello el grupo comenzó a desanimarse y llegaron a creer que no lograrían su cometido; cuando estaban a punto de rendirse , decidieron emprender un viaje a Francia, en búsqueda de ideas frescas y aromas que pudieran revolucionar la industria, pasaron por muchas tiendas pero ninguna tenía algo que realmente los cautivara. De camino a la última tienda percibieron un gran aroma proveniente de un invernadero, decididos, entraron al invernadero, y en aquel lugar fue donde encontraron una gran selección de flores con esencias únicas y ahí fue en donde se les ocurrió la idea de experimentar con aquellas flores, sin pensarlo demasiado llevaron las plantas a su tierra natal. Así comenzaron a buscar una gran variación de procesos y materiales, hasta que lograron su primera combinación la cual fue una gran variación entre aceites, esencia de flores, glicerina y alcohol; el resultado de aquella combinación fue una gran fragancia femenina con una gran duración sin la necesidad de usar demasiado. De ahí buscaron un diseño para hacer un frasco llamativo y único, al tratarse de una marca natural tomaron de referencia una gran estrella que brillaba esa misma noche en todo su esplendor. Una vez teniendo el diseño del frasco empezaron a discutir cual sería el nombre que representaría esta gran fragancia, después de varias ideas llegaron a la conclusión de que el perfume brinda un aura y su fragancia es la misma representación de la luz y la naturaleza, con esa combinación de palabras culminaron en que el nombre fuera Aura Luz y Naturaleza, pero, aún así pensaban que era un nombre simple y ahí fue cuando uno de ellos recordó su viaje a Francia y transformaron las palabras luz y naturaleza a su traducción al francés el cual es Lumé, así fue como surgió "Aura Lumé". Y así, con la marca completa, empezaron a distribuir sus perfumes en tiendas locales hasta llegar a internacionalizarse y ser una marca reconocida mundialmente.